Integrantes:
Marjorie Rimachi
Evelin Espinoza
Yuriko Zapata
Candy Torres
Gabriela Wong
El trastorno de la anorexia nerviosa afecta a muchas personas, por lo general adolescentes, sin embargo en los últimos años se han presentado casos de anorexia en niños y niñas de entre 8 a 10 años. Se puede decir que un niño sufre este tipo de enfermedad cuando se niega a comer rotundamente. Cuando se repite esto todos los días, estamos hablando de un trastorno psiquiátrico importante, que es la anorexia infantil.
El mundo de hoy en día exige mucho, la presión social prácticamente impone un estereotipo de persona como una modelo, delgada, esbelta y hermosa. Entonces los niños empiezan a sentirse presionados por esto, sobre todo cuando tienen padres ignorantes, como madres materialistas que desde que sus niñas son muy pequeñas les colocan ideas equivocadas en la cabeza.
La niñez es donde todos nos empezamos a formar, porque entre los 7 u 8 años, es cuando empezamos a formar la idea de nuestra identidad y lo mejor sería estar alejado de influencias externas que afecten nuestro crecimiento personal. Los niños y niñas que son vulnerables a esta enfermedad son niños perfeccionistas, niños modelos, con baja autoestima, obsesionados por el peso, se niegan a comer y se dejan llevar por los comentarios o burlas de amigos y familiares.
El médico pediatra Mario Casas López nos cuenta que esta enfermedad “Puede empezar en cualquier etapa de la infancia, sobre todo en escolares y adolescentes, y es frecuente en hermanos o hijos de personas anoréxicas u obesas, de padres muy exigentes, perfeccionistas y en niños modelos”.
Las causas de la anorexia infantil pueden ser muchas y en ellas intervienen aspectos biológicos, psicológicos, familiares y socioculturales.
Tipos de Causas:
Psicológicas, mayormente cuando el niño tiene una relación conflictiva con alguno de los padres, cuando alguien cercano (por lo general de su familia) sufre de anorexia, ya que los niños suelen imitar todo lo que ven, también cuando se sienten rechazados por lo demás (en especial en el colegio) por ser llamados “gordos” y los mensajes publicitarios estereotipados en los cuales relacionan directamente un cuerpo delgado con la perfección y la aceptación.
Orgánica, cuando el niño padece de alguna otra enfermedad que produce falta de apetito.
Funcional, las alteraciones en el desarrollo alimentario como los malos hábitos para comer también pueden causar anorexia.
Características:
Niños que poseen muy baja autoestima.
Que se obsesionan con el peso y rechazan la comida debido a un temor irracional a la obesidad.
Su peso se reduce notablemente hasta llegar a la desnutrición.
Suelen ser niños perfeccionistas, o con falta de autonomía e independencia.
Influenciables a los comentarios sobre su peso hechos por amigos, familiares o personas allegadas.
Con falta de ánimo en su actividad educacional e inseguridad en su comportamiento.
Consecuencias:
Retraso del crecimiento y desarrollo del niño, además de alteraciones psicológicas, inmunológicas, endocrino-metábolicas, y hasta pérdida de la masa ósea.
Un caso de anorexia infantil:
Antes los casos de anorexia nerviosa se daban en adolescentes de 14 años para adelante, pero en los últimos años han comenzado a presentarse casos de este tipo de trastorno en niños de solo 7 u 8 años.
En agosto del 2009 el canal Discovery Home & Health lanzó un documental sobre la anorexia infantil, en el que se contaba la historia de Dana, una niña británica de sólo 8 años de edad que sufría de este trastorno, y su experiencia en la Clínica de Rehabilitación Rhodes Farm fundada por la doctora Dee Dawson en Londres.
Antes de ingresar a la clínica Dana había dejado de comer, perdió cerca de 1/4 de su peso corporal dejándola peligrosamente sin los nutrientes apropiados. Al igual que ella muchos pequeños son inseguros por la visión que tienen de ellos mismos, se estima que un 75% de niños de 7 años quieren ser más delgados. Si la anorexia ataca a un pequeño esta se podría desarrollar de forma repentina o peligrosa, pero en el caso de Dana ocurrió de la noche a la mañana.
Después de haber cumplido los 8 años los hábitos alimenticios de Dana cambiaron sorprendentemente. Primero dejo de comer la comida de su madre, luego la comida chatarra y finalmente ya había dejado de comer.
Por costumbre las anoréxicas siempre esconden la comida, en el caso de ella fue en sus mangas, debajo de la mesa, en sus bolsillo o en su cabello. Incluso bebía mucha agua antes de ir a pesarse para que le aumentara el peso.
En una semana supieron que era un problema serio y que tenían que llevarla a una clínica, ella simplemente dejó de comer, ni siquiera tomaba agua. La niña dijo que si la dejaban en ese lugar no volvería a comer nunca màs, así que todo tuvo que ser a la fuerza. Cuando llegó a esa clínica le inyectaron glucosa intravenosa para alimentarla, pero ella se resistía. Estaba muy delgada, hasta que sus órganos comenzaron a fallar y los doctores dijeron que no podría llegar a sobrevivir si seguía así.
Después de 19 días en la clínica Dana había mostrado cierta mejoría y volvió a su casa.
Dana había hecho una dieta al límite, ella solo consumía entre 100 y 175 calorías por día, ahora debía consumir 2400 calorías un 50% más para una niña de su edad. En este lugar las pacientes son sometidas a un riguroso y controlado régimen de "realimentación", donde la meta es recuperar peso (1 kilo por semana).
Al igual que Dana, A Yoshi en el 2001, cuando solo tenía 8 años de edad, le diagnosticaron anorexia. En ese entonces sus dientes estaban amarillos y se le caía mucho el cabello. Con 16 años en el documental, para ella la imagen y su figura aún seguían siendo temas difíciles para Yoshi. Ya que cuando la anorexia ataca a un niño de tan solo 8 años puede dominar toda su niñez y adolescencia, además de afectar el resto de su vida.
La doctora Dee Dawson nos dice que la razón del por qué hay niñas cada vez más jóvenes que padecen de esta enfermedad, es porque están expuestas a los tema de conversación de los adultos sobre sus dietas, acerca de lo malo que puede ser las frituras o que deben ir al gimnasio todos los días para estar en forma.
"Anteriormente, la población con trastornos en la alimentación estaba conformada por chicas de nivel socioeconómico elevado; después descubrimos que se empezaron a presentar casos de bulimia junto con anorexia en el mismo grupo y, recientemente, se ha reportado dicha situación en individuos pertenecientes tanto al sexo femenino como masculino, con menor edad y en diferentes niveles socioeconómicos", explicó el doctor Armando Barriguete Meléndez, miembro de la Asociación Internacional de Psicoanálisis, y agregó que "Los niños y jóvenes son objeto de la denominada epidemia Talla Cero, que se relaciona con campañas publicitarias, y que después se traduce en anorexia y bulimia. Según la Organización Mundial de la Salud esas enfermedades psicosomáticas tienen un gran crecimiento en el mundo".
Estadísticas:
El año pasado un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer que el 75% de niñas y el 65% de niños están preocupados por subir de peso. La sobrevaloración de la delgadez y de la cultura de la perfección que caracteriza al mundo de hoy, repercute en la psiquis adolescente y también de los niños. Y el mismo estudio reveló que en el promedio de los 10 años, los niños de ahora ya tienen el concepto de lo que se considera el cuerpo ideal. Se calcula que 1 de cada 100 niñas/adolescentes padece de anorexia, mientras que cerca del 3% desarrolla bulimia. Cada día aumentan más los casos de niñas menores de 12 años con trastornos de la alimentación, los cuales deben ser tomados a tiempo, para evitar complicaciones futuras que pueden llevarlas incluso a la muerte.
Tratamiento:
Con tratamiento los pacientes pueden recuperarse en un promedio de 10 años. El equipo médico coordinado y completo de especialistas para tratar estos casos y prevenir cualquier tipo de recaída o complicaciones son: pediatra, psicólogo, psiquiatra infantil, endocrinólogo y dietista.
Ellos realizan un plan de recuperación del peso y reeducación alimentaria. Un estudio y tratamiento de los problemas psicológicos que afectan al niño y que le provocaron la enfermedad. Un tratamiento psiquiátrico que incluye psicoeducación, psicoterapia individual y grupal, y terapia familiar.
Adicionalmente al tratamiento médico y psicológico se le puede ayudar al niño con la harina de plátano para abrirle el apetito así como también es fácil de digerir y posee muchas vitaminas y nutrientes. Es muy rica en hidratos de carbono y sales minerales tales como el calcio orgánico, potasio, fósforo, hierro, cobre, flúor, yodo y magnesio.
Prevención:
Es importante estar atentos si en los niños se repite cotidianamente la inapetencia y si esto afecta de manera dramática el peso y la talla para su edad, y por ende a su desarrollo general. Siempre se debe de velar por la salud y el bienestar del niño.
Para poder prevenir esta enfermedad es necesario una buena comunicación con los padres, respetar al niño y hacerlo vivir una vida feliz, adecuada a su edad. Cada etapa de la vida se debe a la edad respectiva por la que el niño esté pasando. En caso de que ya se padezca la enfermedad, es necesario que el niño lo reconozca y acepte la ayuda psicológica y médica que necesita para curarse.
Los padres deben estar informados y conocer las necesidades nutritivas de los niños en todas las etapas por la que éste pase. Hacer que el niño comprenda que es muy importante alimentarse adecuadamente, explicarle las repercusiones que la nutrición tiene sobre su salud.
Un seguimiento cercano para que con controles frecuentes y atención médica nutricional permanente se le proporcione una buena alimentación al menor. Un horario fijo a la hora de comer, donde ésto debe ser el centro de atención y no el niño. Hay que educar al niño en una alimentación sana y equilibrada.
Un seguimiento cercano para que con controles frecuentes y atención médica nutricional permanente se le proporcione una buena alimentación al menor. Un horario fijo a la hora de comer, donde ésto debe ser el centro de atención y no el niño. Hay que educar al niño en una alimentación sana y equilibrada.
Además existen grupos de ayuda en los que los jóvenes que ya padecieron esta enfermedad y los padres de estos, brindan sus testimonios para prevenir a las demás personas y apoyar a las que están enfermas.
Bibliografía: